Principios y valores
Creemos en la igualdad de derechos y la fraternidad como el sentimiento de solidaridad y amor entre todos, sin ningún tipo de discriminación. Por ello, nos cualificamos para exigir nuestros derechos, individual y grupalmente.
Potenciamos la construcción crítica y propositiva de los jugadores de barrio, teniendo en cuenta el espacio territorial al que pertenecen y el arraigo cultural de su contexto.
Fomentando que las identidades se cimienten sin discriminaciones, teniendo en cuenta las individualidades, pero incentivando que se piense siempre en colectivo.
La paz con Justicia Social es una apuesta, bandera de lucha y convicción diaria, que se fortaleció finalizando el 2016 con la firma del Acuerdo de Paz (FARC-EP / Gobierno). Ello se logra con la correlación de saberes políticos, culturales, religiosos y sociales diversos que se encuentran dentro y fuera de la cancha. Entendemos que la paz con el apellido Justicia Social implica ir más allá del silenciamiento de los fusiles, sino que los derechos constitucionalmente establecidos se cumplan a cabalidad y que las causas estructurales de los conflictos se minimicen y supriman.
Es un principio de acción en el territorio que implica respeto por el otro, colaboración constante y trabajo en equipo para la consecución de objetivos comunes. No se trata de que todos pensemos igual, sino de que nuestras diferencias se conviertan en oportunidades no solo de encontrarnos sino de construir de forma colectiva.
Entendemos el fútbol como una herramienta político-pedagógica en donde confluyen las apuestas sociales y políticas con nuestras habilidades, capacidades y conocimientos de la mano con el territorio y el momento histórico en el que nos encontramos. Nos encontramos en constante crítica y resistencia a la mercantilización del fútbol, soñamos con que el deporte regrese a las manos obreras y deje de ser espectáculo económico asociado a corrupción y mafias, anhelamos que nuestros jugadores no deban pensar en altos costos para poderlo jugar. Todo ello nos hace ilusionarlos con la democratización del deporte.